Alemanes y australianos arrastrados a centros de cuarentena del gobierno

Más de una docena de personas han sido colocadas por la fuerza en instalaciones de aislamiento del gobierno en Alemania, mientras que cientos de personas han sido retenidas en centros australianos similares mientras los países occidentales continúan aumentando el uso de estos centros de cuarentena forzada en nombre de ‘detener el COVID. 19’.

Una encuesta reciente del periódico alemán Welt am Sonntag encontró que al menos 15 personas han sido llevadas a instalaciones de cuarentena en las 10 ciudades más grandes de Alemania desde principios de año.

Las 15 personas, que presuntamente violaron los requisitos de aislamiento en el hogar para el COVID-19, incluyen a 11 en Munich, dos en Stuttgart, una en Düsseldorf y una en Frankfurt, informó Welt am Sonntag. Es probable que el número total de casos sea mayor, ya que las autoridades de Berlín y Leipzig no proporcionaron cifras al periódico.

Algunas de las instalaciones de cuarentena estaban ubicadas dentro de las cárceles, según Welt . «La mayoría de los estados federales han cerrado áreas en hospitales o prisiones para los que rompen la cuarentena», señaló el medio. «En Eisenhüttenstadt, Brandeburgo, las denegaciones se alojaron por última vez en un antiguo centro de detención para deportación, en Renania del Norte-Westfalia, por ejemplo, en una clínica de Solingen».

Alemania siempre ha permitido la cuarentena forzosa de personas sospechosas de tener enfermedades infecciosas y que se niegan a someterse a otras medidas de aislamiento. La Ley de Protección contra Infecciones de Alemania del 2000 autoriza específicamente la “internación en un hospital cerrado con llave” o una “instalación cerrada con llave” a tal efecto. “El derecho fundamental a la libertad de la persona puede estar restringido a este respecto”, según establece la ley.

Con cientos de miles de alemanes sujetos a órdenes de cuarentena doméstica en un momento dado, las autoridades de la ciudad típicamente «verifican» a los residentes «si hay una sospecha específica», según Welt . En Stuttgart, los funcionarios confían en «informantes especiales», incluidos «vecinos, conocidos y parientes».

«Un portavoz de la ciudad enfatizó que el contacto con presuntos infractores de la cuarentena tuvo lugar de inmediato».

Las 10 ciudades más grandes de Alemania también han iniciado más de 250 procedimientos de multas por violaciones de la cuarentena, señaló el periódico. Las multas oscilaron entre 250-1.000 euros, aunque pueden llegar hasta los 25.000 euros.

Represión en los campamentos COVID de Australia

El gobierno australiano ha llevado la cuarentena forzada un paso más allá. Este verano, las autoridades australianas comenzaron a construir campamentos de cuarentena COVID-19 en todo el país, incluso en Victoria y el Territorio del Norte (NT).

Ya se han abierto algunos centros, como en el NT, donde cientos de personas que dieron positivo a un test o tuvieron contacto cercano con alguien que lo hizo, así como miles de viajeros internacionales, han sido reubicados durante estadías de al menos dos semanas.

A principios de esta semana, la policía arrestó a tres adolescentes después de que escaparon de un centro de cuarentena cerca de la ciudad de Darwin en el NT, informó The Independent . Los niños, de 15, 16 y 17 años, habían sido llevados al campamento, el centro de Howard Springs, después de ser considerados contactos cercanos.

Cuarentena impuesta por el ejército

Gunner, un miembro del Partido Laborista de izquierda, impuso un cierre total en Binjari y la comunidad cercana de Rockhole el mes pasado después de informes de solo nueve casos positivos, prohibiendo a las personas salir de sus hogares excepto en casos de emergencias médicas. El NT en ese momento había informado cero muertes positivas en COVID y unos pocos cientos de casos en una población de 246.000.

Sin embargo, el primer ministro australiano, Scott Morrison, envió alrededor de dos docenas de soldados australianos a la región a fines de noviembre, quienes comenzaron a reunir contactos cercanos en las comunidades indígenas y a trasladarlos a campos de cuarentena.

«Ya hemos identificado 38 contactos cercanos de Binjari, pero ese número aumentará», anunció Gunner en una rueda de prensa el 21 de noviembre. «Esos 38 están siendo transferidos ahora».

Desde entonces, cientos de hogares y contactos cercanos volaron a Howard Springs, informó ABC News de Australia , mientras que más de 1.300 llegadas internacionales completaron la “cuarentena supervisada obligatoria” en la instalación desde octubre. El centro, que permanece bajo vigilancia las 24 horas, tiene capacidad para unas 3.000 personas.

Las reglas para los detenidos en el campo son severas, requiriendo que permanezcan dentro de sus habitaciones, o en un pequeño porche adjunto a las habitaciones, en todo momento, a menos que un oficial les permita salir. Las mascarillas y el distanciamiento social son obligatorios fuera de las cabañas, independientemente del estado de COVID.

Los detenidos también deben «cumplir con las instrucciones dadas por un oficial autorizado para evitar que las personas se congreguen en una zona de cuarentena», según las orientaciones del gobierno de NT. «No puede compartir ni entregar objetos físicos a residentes que no sean miembros de su familia».

«El personal de la instalación de cuarentena le recordará que debe usar su mascarilla, permanecer en su terraza y distanciarse físicamente a través de la información en su folleto para residentes, enviándole mensajes de texto recordatorios sms y verbalmente en persona si vemos que no está siguiendo las instrucciones».

“Todos los residentes en cuarentena, incluidos todos los niños, se someten a pruebas tres veces durante su estadía los días 1, 5 y 12. Estas pruebas son frotis de nariz y garganta”, señaló la guía. «Si no se somete a una prueba, se le pedirá que permanezca en cuarentena otros 10 días por su cuenta».

La cuarentena en Australia no es barata. Una detención de dos semanas en el NT cuesta 2,500 dólares estadounidenses para una persona y 5,000 para una familia de dos o más.