El Patriarca Pérez, cabeza de la Iglesia Mexicana que se oponía al Papa
José Joaquín Pérez Budar: El Sacerdote que fundó su propia iglesia en México en contra del Papa
En respuesta a los abusos del Vaticano, José Joaquín Pérez Budar fundó su propia institución religiosa en la Ciudad de México, con el auspicio del Estado.
Cuando José Joaquín Pérez Budar decidió entrar al seminario, iba de luto. Poco tiempo antes, había contraído matrimonio con su mujer en la capital de Oaxaca, al sur de México. Después de años de relación, habían decidido unirse en matrimonio por medio del rito católico. Tres semanas más tarde, sin embargo, la mujer falleció de un infarto repentino. Fue en ese momento que él decidió ordenarse como sacerdote.
Hasta entonces, su relación con la Iglesia Católica no era necesariamente la más prístina. Por el contrario, después de años de formar parte del escuadrón especial de Porfirio Díaz, había participado en diversos encuentros no muy amistosos en contra del clero. Estos movimientos condujeron a Díaz al poder, que ostentó durante casi tres décadas.
Con apenas 22 años, sin embargo, Pérez Budar había decidido cambiar el rumbo de su vida. Era 1881.
Patriarca de su propia iglesia
A pesar de que José Joaquín Pérez Budar decidió conscientemente convertirse en sacerdote, nunca le fue fácil alinearse a los parámetros del catolicismo. Era creyente, era mexicano, pero no tenía ánimo de formar parte de la maquinaria eclesiástica del país. Tampoco quería ser muy fiel a los votos de castidad y pobreza que exige la vida clerical.
Con ideales pluralistas de Juárez, Pérez Budar tenía la convicción de que en México debería de haber más diversidad religiosa. Ante un aplastante 90 % de católicos en el país a principios del siglo XX, el panorama se venía difícil para concretar sus objetivos.
A pesar de su ingreso como sacerdote a la Iglesia Católica, José Joaquín Pérez Budar nunca se separó de los militares en los altos puestos de mando en México. Por el contrario, se mantuvo cerca de Plutarco Elías Calles: un militar que, en 1924, ganó las elecciones con la premisa de romper relaciones con el catolicismo a nivel estatal.
Con el objetivo de frenar los millones de pesos que México pagaba al Vaticano anualmente, Calles instauró un régimen autoritario que persiguió a los sacerdotes católicos. A pesar de las resistencias sociales que se generaron, José Joaquín Pérez Budar fue nombrado patriarca de la Iglesia Católica Apostólica Mexicana, que desconocía al Papa, al celibato y al régimen eclesiástico en Roma.