Tres musas del cine de oro que inspiraron a grandes cantantes y compositores mexicanos
Elsa Aguirre, María Félix e Irma Dorantes no solo fueron admiradas por su belleza y talento, también fueron la causa de algunas de las canciones más bellas de la época
Durante la época del cine de oro mexicano diversas actrices fueron reconocidas y admiradas de múltiples maneras, una de ellas fue a través de la composición de bellas y románticas piezas musicales. Tal es el caso de María Félix, Elsa Aguirre e Irma Dorantes. Tres exitosas mujeres que deslumbraron a más de uno por su belleza y talento en el séptimo arte, pero cuáles fueron esas canciones que estuvieron inspiradas en estas bellas musas mexicanas, quiénes se las dedicaron. En las siguientes líneas se ofrecen los pormenores.
«Flor de Azalea» fue escrita en honor a Elsa Aguirre
Uno de los boleros más representativos de México fue «Flor de Azalea», de Manuel Esperón y Zacarías Gómez Urquiza. Este tema fue interpretado por Jorge Negrete, «El charro cantor», y estuvo inspirado nada más y nada menos que en la bella actriz Elsa Aguirre.
«Gómez Urquiza me veía de una manera, con tanta ternura, que creo que yo le inspiré esa canción», compartió la actriz de origen chihuahuense en una entrevista que concedió al programa «El minuto que cambió mi vida». Además, destacó que cuando los hombres se sienten inspirados por una mujer pueden atravesar montes y hacer lo que sea.
Esta pieza musical no solo estuvo inspirada en la actriz, sino que formó parte de la película «Algo flota sobre el agua» del director Alfredo B. Crevenna, en la que se cuenta la historia de un pescador (Arturo de Córdova) quien encuentra a una joven desmayada en la orilla del río (Elsa Aguirre) y surge hacia ella una gran atracción. Estas son algunas de las estrofas de dicha canción:
Como espuma
Que inerte lleva el caudaloso río
Flor de azalea
La vida en su avalancha te arrastró
Pero al salvarte
Hallar pudiste protección y abrigo
Donde curar tu corazón herido
Por el dolor
Tu sonrisa
Refleja el paso de las horas negras
Tu mirada
La más amarga desesperación
Hoy para siempre
Quiero que olvides tus pasadas penas
Y que tan solo tenga horas serenas
Tu corazón
María Félix, la fuente de inspiración de más de una canción
María Félix, también conocida como «la diva del cine mexicano», fue una de las actrices más bellas e importantes de la industria cinematográfica mexicana. Fue reconocida en tres ocasiones por la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas con el Premio Ariel a la mejor actriz por su participación en la «Enamorada», en 1947; «Río Escondido», en 1949 y por «Doña Diabla», en 1951.
«La Doña», quien se casó cuatro veces: la primera vez con Enrique Álvarez Félix y consecutivamente con Agustín Lara, Jorge Negrete y Alex Berger, fue la fuente de inspiración de múltiples canciones. Su segundo esposo le dedicó diversas canciones, tales como «Humo en los ojos», «Cuando vuelvas», «Dos puñales» y «María Bonita», esta última fue su regalo de bodas. Algunas de las estrofas de esa emblemática canción de la cultura mexicana dice:
Pidiendo que me quisieras
Que convirtieras en realidades
Mis ilusiones
La luna que nos miraba ya hacía ratito
Se hizo un poquito desentendida
Y cuando la vi escondida
Me arrodillé pa besarte
Y así entregarte toda mi vida
Amores habrás tenido, muchos amores
María bonita, María del alma
Pero ninguno tan bueno ni tan honrado
Como el que hiciste que en mí brotara
Otros de los famosos cantantes mexicanos que escribió una canción para «La Diva», fue José Alfredo Jiménez, se trata de «Ella», aunque algunas fuentes señalan que más bien fue dedicada a una prima de la cual el cantante estuvo muy enamorado sin ser correspondido, cuando tenía 17 años. Incluso, en una entrevista para el programa “Sale el sol”, uno de los hijos del intérprete comentó que quizá en algún encuentro, «La Doña» le manifestó a su padre que la canción le gustaba mucho y él en correspondencia le dijo que la había escrito para ella. La letra es igualmente bella:
Me cansé de rogarle
Me cansé de decirle que, yo, sin ella de pena muero
Ya no quiso escucharme
Si sus labios se abrieron fue pa’ decirme: «ya no te quiero»
Yo sentí que mi vida
Se perdía en un abismo profundo y negro como mi suerte
Quise hallar el olvido al estilo Jalisco
Pero aquellos mariachis y aquel tequila, me hicieron llorar
Me cansé de rogarle
Con llanto en los ojos, alcé mi copa y brindé por ella
No podía despreciarme
Si en el último brindis de un bohemio con una reina
Los mariachis callaron
De mi mano sin fuerza cayó mi copa sin darme cuenta
Ella quiso quedarse cuando vio mi tristeza
Pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor
Cuco Sánchez también le dedicó un romántico tema a María Félix, se trata de «Oiga Doña’. Según refieren algunos medios, esta canción surgió luego de que el compositor y cantante tamaulipeco viera a la actriz en el rodaje de las cintas «La Escondida» y «Miércoles de Ceniza». Una parte de la letra dice: «Oiga doña, cómo le hizo su mamá para darle así nomás en vez de ojos dos estrellas… Oiga doña si quisiera usted caray, una sola vez nomás alumbrar mi alma con ella… Oiga doña qué demonios tiene usted que al mirarla nada más hasta el cuerpo se me enchina, por usted yo soy capaz de bajar al Astro rey y casarlo con la luna… Para que vea nada más que este mundo está a sus pies, porque como usted ninguna».
Juan Gabriel, también conocido como el «Divo de Juárez», fue otro de los cantantes mexicanos que compuso una canción a «La Doña», bajo el título «María de todas las Marías» e incluso se la cantó personalmente durante el programa “Siempre en Domingo” que dirigía Raúl Velasco.
«María, de todas las marías tan bella, que hasta te pareces a la madre de Dios. María, de todas las Marías, la doña, dueña del amor. Quien fuera tus ojos ¡oh! María, María para ver realmente, quien es Dios, pero yo soy nada en ti María, María, me conformo con esta canción. Y cantando esta canción María, María llegare hasta donde vive dios, déjame llegar a ti maría, maría, se que dios esta en tu corazón», se puede escuchar.
El grupo de rock mexicano llamado «Los Amantes de Lola» también dedicó una canción a la bella actriz en el año 1990, se llama «La Doña» que entre otras cosas señala: «La doña se ha sentado, divagando su alma al encuentro. Ha pensado en vender, su cuerpo al viento. Ha soñado con ser sirena, ha deseado ser una estrella… Ha vibrado al sentir, la pura entrega. Ha amado al ser aún, una doncella. Ha soñado con ser sirena, ha deseado ser una estrella».
La canción que Pedro Infante le dedicó a su «ratoncito»
Irma Dorantes fue otra de las divas de la época de oro del cine mexicano a la que el mismísimo Pedro Infante le dedicó una bella canción. Esta fue escrita, a solicitud del actor, por José Alfredo Jiménez, con quien mantenía una buena amistad. Se trata del tema «Despacito», que originalmente había sido titulado «Ratoncito», ya que así le decía el protagonista de «Nosotros los pobres» a su esposa, por su afición a los quesos.
¿A qué se debió el cambio de nombre? Dorantes recordó, en una entrevista con el periodista Gustavo Adolfo Infante, la manera en que su exesposo cuestionó a uno de los mejores compositores del momento por haber titulado a la pieza musical «ratoncito»: «pérate compadre, pérate, cómo crees, en qué cabeza cabe que voy a poder grabar eso», dijo Pedro a José Alfredo. Tras el cambio de nombre, la canción se grabó el 9 de abril de 1954 con el mariachi Vargas de Tecalitlán, pero fue lanzada hasta el 25 de mayo del mismo año.
«Despacito, muy despacito, se fue metiendo en mi corazón, Con mentiras y cariñitos, la fui queriendo con mucho amor… Despacito, muy despacito, crecía la llama de mi pasión y sabiendo que no era buena, le di mi vida sin condición… Despacito, muy despacito, me dijo cosas que nunca oí, me enseñó lo que tantas veces con otros labios no comprendí… Pero todo, todo se acaba, la dicha grande también se va y nos deja nomás recuerdos, recuerdos de ella que no vendrán», son algunas de las estrofas de esa icónica canción mexicana.
Irma y Pedro contrajeron matrimonio el 10 de marzo de 1953, en Yucatán; sin embargo, fue un año después que el protagonista de películas como «Dos tipos de cuidado», «Ustedes los ricos» y «Los tres garcía», entre muchas otras, le dedicaría este bello tema a su esposa. Resulta curioso que la canción fuera grabada el 9 de abril de 1954 y que el mismo día, pero de 1957, los íconos del cine mexicano se divorciaran, además seis días después el actor falleció en un accidente aéreo. Cabe señalar que el romance entre ellos comenzó durante el rodaje de «No desearás a la mujer de tu hijo», en 1949, cuando ella tenía tan solo 16 años y Pedro, 32.