Murió Polito, el padre de las Marquesitas

A los 91 años de edad, don Vicente Mena Heredia ha rendido tributo a la tierra y nacido en Cristo el día de ayer. Heredero y descendiente de una rica tradición como heladero, es pertinente decir, que su abuelo y su padre, se dedicaron igualmente al oficio.

En el populoso barrio meridano de Santiago, afuera del mercado Santos Degollado, don Vicente abrió la nevería que ha marcado toda una época en la ciudad, por la calidad de sus productos.

El helado de coco de Polito, (su abuelo se llamaba Leopoldo Mena y en honor a su memoria el negocio fue denominado de tal suerte y heredó el hipocorístico) es simplemente legendario. Los otros sabores, hechos de frutas naturales, tampoco ceden en calidad ante el prestigio del que es, su buque insignia.

Don Vicente se percató que toda vez que bajaban las temperaturas, descendía igualmente la venta de sorbetes. De suerte tal, discurrió generar un producto que ocupara ese nicho, en el ánimo de los consumidores.

Es así, como surgió la Marquesita, esa deliciosa golosina, que combina a partes iguales, la dulzura del barquillo, con lo salado del queso de bola holandés y que ha llevado al éxtasis a varias generaciones de yucatecos.

La Marquesita se denominó así, porque el mismo apelativo da idea de elegancia y señorío, amén de que su abuelo, don Polito, sentía especial afecto por su distinguida esposa, doña Carmen Muñoz, a quien se dirigía con este cariñoso apóstrofe.

Es así como surgió a la luz, la popular golosina, que es epítome de la repostería yucateca, sin que don Vicente pensara en registrar su creación como una patente original.

Empero, quienes somos orgullosamente santiagueros, conocemos por boca de la tradición oral de nuestros abuelos, la historia de los ya famosos helados y el origen de la célebre golosina que ha llevado a don Vicente a la inmortalidad.

Sabemos que Polito ha instalado una sucursal de su establecimiento para deleite de la Corte Celestial, que sin duda alguna, a partir de ahora, será consumidora acérrima de Marquesitas.

Como sucede con muchos hombres de genio, el mejor homenaje que se tributa a diario a don Vicente, es que todos imitan, pero nadie iguala la calidad de las Marquesitas de Polito, habida cuenta que es de todos conocido que la imitación es el homenaje que la mediocridad rinde al talento.

Descanse en Paz don Vicente Mena Heredia, cómplice involuntario de mi abuela y de mis padres, en los goces de mi ya lejana infancia.

Seguimos pendientes….