Según Biden el Papa le dijo que era un buen católico y que debía seguir recibiendo la Comunión, el Vaticano declina comentar
Según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede «Consideraría que es una conversación privada, y se limita a lo que se dijo en la declaración pública», es decir hablaron de clima, migrantes, Covid y libertad de conciencia
Ayer el Papa Francisco recibió a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, acompañado por su esposa Jill. Mantuvieron un largo encuentro a puerta cerrada en la Biblioteca Apostólica, durante el que se reafirmó el compromiso común de luchar contra la pandemia y proteger el planeta, con especial atención a la actualidad internacional a la luz del G20
Con la excusa del COVID el Vaticano canceló abruptamente la cobertura en directo del saludo del Papa con Biden. La conversación duró 75 minutos, mucho más el doble que con Trump en 2017 (30 minutos), pero también más que con Obama en 2014.
En un principio no hubo extensos comunicados, pero Jeff Mason, de la agencia Reuters preguntó al presidente Joe Biden si el tema del aborto se trató durante su encuentro con el Papa Francisco, y el presidente de los EEUU manifestó que:
«No, no se trató. Solo hablamos del hecho de que yo estaba feliz, que era un buen católico y que debo seguir recibiendo la Comunión», habría dicho el mandatario según la agencia internacional.
Unas declaraciones tan sorprendentes, tanto por el fondo como por la forma, que motivaron consultas inmediatas al Vaticano, pero no ha habido aclaración, ni confirma, ni desmiente. El daño causado a muchos fieles es evidente por la cobertura y repercusión mundial del caso y doloroso habida cuenta que existe el motivo, los medios y la oportunidad para evitarlo.
Según relata Catholic News Agency, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, respondió a los periodistas: «Consideraría que es una conversación privada, y se limita a lo que se dijo en la declaración pública».
En el transcurso de sus cordiales conversaciones, se ha hablado del compromiso común con la protección y el cuidado del planeta, de la situación sanitaria y la lucha contra la pandemia del Covid-19, así como del tema de los refugiados y la asistencia a los migrantes. También se hizo referencia a la protección de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de religión y de conciencia.
Por último, las conversaciones permitieron intercambiar opiniones sobre algunas cuestiones relativas a la actualidad internacional, también en el contexto de la próxima cumbre del G20 en Roma, y sobre el fomento de la paz mundial mediante la negociación política.
En noviembre, los obispos de Estados Unidos se reunirán en Baltimore, Maryland, para su asamblea general de otoño, en la que se espera que voten sobre un documento que aborda la enseñanza sobre la recepción de la Eucaristía