El día que le reclamaron a Cantinflas por casarse sin amor
Cantinflas protagonizó una de las coplas más conocidas y reconocidas del cine mexicano
En 1947 Mario Moreno «Cantinflas» protagonizó uno de los conflictos de amor más aclamados del cine mexicano. Especialmente, porque en medio de la complicaciones, el actor fue «humillado» por contraer nupcias con una mujer sin sentir algo especial por ella.
Esta historia se presentó al público en la película «¡A volar joven!», película donde Cantinflas se enlista en la Fuerza Aérea Mexicana y obtiene 24 días de licencia para ver a su novia Margarita, quien trabaja en una hacienda.
La hija del dueño del lugar, María Chávez parecía tener mala salud, pero un doctor concluye que en lo que realidad tiene es una gran depresión y solo se solucionará si la joven se casa.
Es entonces que empieza el martirio de Cantinflas, quien es seleccionado por los padres para ser el esposo de la joven y casarse en los siguientes 15 días.
Aunque el militar intenta evitar la boda a toda costa con malos comportamientos, todo le sale en contra y las Fuerzas Armadas incluso le da licencia para asistir a la boda.
En plena boda, uno de los pretendientes de la joven humilla a Cantinflas recalcándole que se casa con María solo por conveniencia. El protagonista no se queda callado y tiene lugar uno de los duelos de coplas más icónico del Cine de Oro.
El duelo de Cantinflas en ¡A volar joven!
(A ver cómo les gusta esta…)
Ya me habían asegurado y hoy lo vine a comprobar
Que al hombre más bien tempaldo el hambre lo puede cambiar
El que por hambre se casa no tiene comparación
Pues por llenarse la panza no le importa ser bribón.
Vean al charrito gacho ya se me puso hablador
Con esa voz de borracho presumiendo de tenor
Le molesta el estilacho que tengo para el amor
Siquiera fuera entonado como yo su servidor
No hay más que mirar su tipo para ver lo vivo que es
La comida quita el hipo y el dinero la brutez
Y si ya le vino el saco la cosa va con usted
Que le haga provecho el taco que le han dado de comer
No se me suba a las barbas porque lo voy a bajar
Para hacer un buche de agua se me hace chiquito el mar
Los charritos valentones como usted me caen muy mal
Son purititos (¡ah!) gritones cuando ven a su papá
Yo me topo con cualquiera porque soy sostenedor
Y me rifo donde quiera pues también soy cumplidor
A mucho orgullo he tenido responder con mi valor
Y yo nunca me he vendido porque soy hombre de honor
Si usted nunca se ha vendido no lo voy a averiguar
Tal vez por mal parecido o porque huele muy mal
Y como me cae muy gacho ahora sí va de verdad
Porque yo sí soy muy macho y me lo voy a sonar.