EL BABY O

LAS COSAS COMO SON

POR VICTOR F QUIJANO

Se ha dado a conocer la noticia de que la famosa mundialmente discoteca BABY O de Acapulco fue pasto de las llamas, quedando  totalmente en ruinas.

PERDIDA TOTAL.

De inmediato salieron las versiones de que fue a causa de un fallo en las instalaciones eléctricas. La otra versión es que fue un atentado directo, pues se dice que sujetos desconocidos, sometieron al guardia y rociaron con gasolina el interior, para posteriormente prenderle fuego.

Caso similar ocurrió el 20  de octubre del año 2000, en su similar LOBOHOMBO en la colonia  San Rafael en la ciudad de México, con un saldo trágico de 22 fallecidos y 40 lesionados.

Desde 1976 abrió sus puertas el BABY O, logrando ser un icono de la vida nocturna de Acapulco.

El sitio era lugar habitual de reunión de políticos, artistas y gente del JET SET nacional e internacional.

La similitud es evidente, tiene el sello del crimen organizado, con la única diferencia que en esta ocasión NO HUBO VÍCTIMAS que lamentar.

Bendito Dios.

Una curiosidad es que se da este atentado en pleno cambio de autoridades municipales.

Donde se debe decir que la administración saliente deja mucho que desear en cuanto a servicios públicos, rendición de cuentas y con una INSEGURIDAD al alza.

¿Hasta cuándo se pondrá un ALTO a estos despreciables actos?

En cuestión de minutos, se perdió la fuente de trabajo de muchas personas, después de 45 años de esfuerzo por dar un servicio de primer mundo.

No sé si los propietarios puedan o quieran volver a invertir, pues las condiciones de seguridad son totalmente diferentes al día de hoy. (Nota de la redacción: el día de ayer, el propietario del establecimiento, Eduardo Cesarman, mencionó que considera la posibilidad de cerrar definitivamente).

Autoridades se van y llegan nuevas y NADA CAMBIA.

¿Hasta cuándo?

Tristemente como sociedad nos estamos volviendo insensibles e indiferentes con estos eventos.

Los leemos y comentamos: “uno más a la lista” o peor aún, se justifican con: “no hubo víctimas”

Esta es, a mi manera de ver, una posición EGOÍSTA y muy COMPACIENTE, para ver las cosas, SIN analizar lo GRAVE de estos eventos violentos.

Como sociedad debemos decir…

                              YA BASTA

Hasta la próxima.