Muere el primer maestro en Yucatán, tras el regreso a clases presenciales, víctima de la necedad de López Obrador

Nos duele escribir esta clase de notas. Nos pesa admitir que teníamos razón. Hubiéramos querido equivocarnos. Nos habría dado mucho gusto aceptar que estábamos en un error, pero desgraciadamente contra la realidad no es posible entrar en controversia.

A menos de un mes de haberse decretado por orden del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador y de la secretaría de educación pública y su titular, Delfina Gómez, de manera demencial el regreso a clases presenciales, la pandemia de COVID-19 en nuestra entidad ha cobrado su primera víctima.

Alejandro Castro Escalante, maestro de matemáticas de la escuela Luis Álvarez Barret, falleció a consecuencia de la pandemia, tras regresar a cumplir con sus obligaciones docentes.

Castro Escalante todavía acudió a su centro de labores la primera semana de actividades, a impartir sus conocimientos al alumnado, cumpliendo las órdenes recibidas de las autoridades educativas.

Todo hace suponer, que fue en su centro de trabajo donde se contagió, al ser del conocimiento público que en la referida escuela, Luis Álvarez Barret, ya otros dos integrantes de la plantilla laboral se han contagiado, pese a lo cual, la escuela no se ha cerrado y las labores docentes prosiguen.

Sabemos que en otras escuelas de Conkal, Chablekal, en la escuela Gonzalo López Manzanero, en una primaria de Francisco de Montejo y en la Agustín Vadillo Cicero, se han presentado casos de contagios. En esta última escuela, también incluso entre el alumnado.

Nos preguntamos cuantos decesos más deberá padecer el magisterio yucateco, antes de que las autoridades educativas decidan tomar el tema de la pandemia en serio y tomen cartas en el asunto, decretando el cierre de los planteles educativos, al detectarse casos de enfermos de coronavirus.

Nos preguntamos con que cara las autoridades educativas van a mirar a los padres de familia, cuando debamos lamentar el óbito del primer alumno a consecuencia del virus que flagela a la humanidad.

¿En serio a las autoridades educativas les interesa más halagar la vanidad y la soberbia de un desequilibrado mental como Andrés Manuel López Obrador y la necedad de una burócrata de cuarta como Delfina Gómez, antes que preservar la salud y la integridad del personal docente, administrativo y manual y el alumnado de Yucatán?

¿Hay acaso una cuota de vidas establecida antes de tomar las determinaciones que el sentido común y las más elementales medidas de precaucion en materia de salud imponen?

Además de la pena que la pérdida de su familiar implica, los parientes de los fallecidos, todavía tendrán que correr para llevar la documentación de sus deudos en un término no mayor de cinco días ante las autoridades educativas, para procurar que no se les acumule el trabajo, lo que indudablemente constituye una absoluta falta de respeto y sensibilidad.

Hacemos votos para que prevalezca la cordura, la sensatez y la empatía entre las autoridades educativas y se reviertan todos estos despropósitos.

NOTIREDMERIDA expresa a los familiares del Profesor Alejandro Castro Escalante sus condolencias y su solidaridad. Que Dios les brinde consuelo en tan árido trance.

Seguimos pendientes…