Martha Mijares, actriz de la época de oro, dejó todo para casarse con un millonario

Martha Mijares fue el rostro juvenil de la época de Oro del Cine Mexicano y aunque su paso por la pantalla grande fue fugaz, aún es recordada

Martha Mijares destacó en la época de Oro del Cine Mexicano por ser la protagonista de tramas juveniles. Con su talento conquistó al público y consiguió una exitosa carrera, la cual terminó en poco tiempo, pues decidió dejarlo todo para casarse con un millonario. 

Nació 19 de enero de 1938, en la Ciudad de México y luego de terminar sus estudios de educación básica ingresó a la escuela de teatro de Bellas Artes. Gracias a su destacado trabajo y belleza, rápidamente comenzó a llamar la atención de los directores y productores. 

En 1953, participó en «Si volvieras a mí» y «Cuando me vaya», pero sus papeles no llamaron mucho la atención, hasta que llegó su gran oportunidad con la cinta «Maldita ciudad» de 1954, junto a Fernando Soler. Con esta actuación fue nominada al Premio Ariel como mejor actriz juvenil. 

La actriz continuó su carrera participando en películas poco conocidas, sin embargo, en 1955 grabó «Con quién andan nuestras hijas», junto a Silvia Derbez y Yolanda Varela, filme que registró la mejor de sus actuaciones y le dio la oportunidad de trabajar con Antonio «Clavillazo» Espino, en tres cintas, y Germán «Tin Tan» Valdés, en otras dos. 

Posteriormente tuvo algunos de sus mayores éxitos de audiencia, como «El caso de una adolescente«, de 1957, junto al clásico villano Carlos López Moctezuma y la talentosa Andrea Palma, y «¿Adónde van nuestros hijos?«, de 1958, con Tito Junco y Dolores del Río.

Martha Mijares dejó la actuación por un millonario

En 1958, la actriz filmó «Quinceañera«, con Maricruz Olivier y Teresa Velázquez. La cinta fue la más exitosa de su carrera, sin embargo, a pesar de ello, decidió retirarse de la pantalla grande para casarse con José María Funtanet Martí, un empresario millonario.

Con tan solo 20 años y 5 de carrera, Martha Mijares dejó la actuación y se mudó a Monterrey para tener una vida junto a sus tres hijos: José María, Gerardo y Martha; y su esposo fuera del ojo público y lejos de la vida de estrellato en la época del cine de oro mexicano.