Julián Zacarías anuncia que va por la gubernatura, a pesar de su cuestionable desempeño
Increíble. Contra todo buen sentido, Julián Zacarías Kuri, actual presidente municipal de Progreso, se ha encargado de filtrar a través de medios afines su intención por constituirse en candidato del PAN a la gubernatura.
Lo anterior, otorga gran importancia al escrutinio y acompañamiento que lleven a cabo los representantes de la oposición, toda vez que habrá que cuidar que las actividades de promoción de sus aspiraciones, no sean financiadas con recursos provenientes de las arcas municipales.
Las aspiraciones de Julián , constituyen un abierto desafío al sentido común, toda vez que no debemos olvidar que Julián Zacarías Kuri no es panista por convicción, sino por conveniencia. Julián es un priista traidor, que se subió al carro blanquiazul para lograr sus objetivos.
Pero sorprende más aún que un individuo que se refiere a sus gobernados en los peores términos, tildándolos de mediocres y muertos de hambre, pretenda gobernar un estado como el nuestro: subsidiado, con tantas necesidades y en el que habitan personas susceptibles de apoyo y solidaridad, que a él tanto disgustan.
Julián pretende de esta manera, ponerse en la misma categoría en la que se han incluido perfiles como los de Liborio Vidal, otra figura cuestionable por su desempeño político y partidista, pero que significa un incuestionable liderazgo regional en el oriente y que deberá legitimarse en el ejercicio de su cargo actual y de Renán Barrera, el alcalde de Mérida, que logró el hecho inédito de ser el primero en gobernar tres veces la capital del estado. Imposible incluir a Julián, hay niveles.
Lo peor de todo, es que detrás de Zacarías Kuri aparecen multitud de acusaciones de prepotencia y de ser afecto a la realización de negocios poco claros, traicionando de este modo, la confianza que le han otorgado los habitantes de Progreso.
Se habla de que Julián y sus más íntimos allegados poseen bienes y propiedades imposibles de adquirir honestamente. Esta situación al parecer, tiene sin cuidado al primer edil portero que continúa en la misma línea de fingir que nada ocurre.
Pero lo peor de todo, es que Julián ha conseguido sus objetivos políticos con base a una seguidilla de traiciones consumadas en perjuicio de aquellos que lo han apoyado, que no pueden ser consideradas sino como verdaderas infamias, inconcebibles para quien se asuma como gente de honor y aspire a mayores responsabilidades.
Mañana daremos cuenta de cómo Julián Zacarías ha hecho un arte de la práctica de la traición en la política, en perjuicio de aquellos ingenuos que confiaron en él.
Seguimos pendientes…