Internacional

Biden quiere establecer una tasa de impuesto mínima mundial. El G7 podría ser un impulso crucial

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El plan ambicioso del gobierno de Biden de reformar el sistema fiscal mundial se enfrentará a una prueba crucial próximamente.La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, se reunirá con los ministros de Economía del Grupo de los Siete (G7) en Londres este viernes y sábado, buscando el apoyo de muchas de las principales economías del mundo, un paso importante en los esfuerzos de la administración por rescribir las normas fiscales internacionales y disuadir a las empresas estadounidenses de fiscalizar sus ganancias en el extranjero.

Se espera que los ministros de Economía del G7 respalden el plan de Estados Unidos durante la cumbre, según un informe de Reuters que cita a un funcionario del Tesoro de EE.UU. Es probable que la propuesta de Washington obtenga un respaldo total cuando los líderes del G7, incluido el presidente Joe Biden, se reúnan en el Reino Unido la próxima semana, informó la agencia de noticias.

El mes pasado, el Tesoro de EE.UU. propuso un impuesto mínimo global de al menos el 15%, con el objetivo de hacer frente a un sistema internacional poco flexible y plagado de lagunas. El establecimiento de un tipo mínimo podría ayudar a disuadir a las empresas de trasladar sus ganancias a países donde pagarían menos impuestos.

«Con el impuesto mínimo corporativo mundial fijado hoy prácticamente en cero, se ha producido una carrera a la baja en el impuesto a las ganancias corporativas, lo que ha socavado la capacidad de Estados Unidos y de otros países para recaudar los ingresos necesarios para realizar inversiones fundamentales», afirmó el Tesoro de EE.UU. en un comunicado el 20 de mayo.

Es probable que Yellen encuentre socios negociadores dispuestos esta semana. Este viernes, los ministros de Economía de Francia, Alemania, Italia y España escribieron en una carta al diario The Guardian que la propuesta de EE.UU. era un «comienzo prometedor».

«Por lo tanto, nos comprometemos a definir una posición común sobre un nuevo sistema fiscal internacional en la reunión de ministros de finanzas del G7 que se celebra hoy en Londres. Confiamos en que esto creará el impulso necesario para alcanzar un acuerdo global en el G20 en Venecia en julio. Está a nuestro alcance. Asegurémonos de que así sea», escribieron.

Aunque algunas de las principales economías europeas han indicado que están de acuerdo con el plan, el Reino Unido se ha resistido. El ministro de Economía del Reino Unido, Rishi Sunak, declaró el jueves a Reuters que la propuesta de EE.UU. podría funcionar, pero que aún hay que perfeccionar los detalles.

El respaldo del G7 podría ayudar a acelerar las negociaciones fiscales paralelas entre los cerca de 140 países que lidera la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Irlanda, que ha conseguido atraer a empresas de todo el mundo, incluidas las grandes empresas tecnológicas de EE.UU., ofreciendo un impuesto corporativo de tan solo el 12,5%, es uno de los países que ha expresado importantes reservas sobre la propuesta de Biden.

El plan de Biden para desembolsar al menos US$ 1.400 millones en nuevos gastos de infraestructura depende en gran parte de su capacidad para conseguir el respaldo a un impuesto mínimo global corporativo que aumente los pagos al Tesoro.

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