Julián Zacarías está perdido y lo sabe
Si no fuera por la gravedad del asunto y sus repercusiones en la vida cotidiana del pueblo progreseño, Julián Zacarías y sus fanfarronadas darían risa, o a lo más, pena.
Julián está perdido (y además lo sabe, porque aunque la cara no lo ayuda, no es tonto). El alcalde progreseño siente que la gente lo ha abandonado, que su imagen ya no entra ante los líderes de opinión de los diversos sectores de la sociedad.
Peor aún, fuentes que solicitaron el anonimato dentro de la comuna progreseña nos informaron que hasta el gobernador lo ha dejado a su suerte, porque con su prepotencia y sus declaraciones polémicas e inoportunas, Julián perjudica y se constituye en un obstáculo para el triunfo de su marca (PAN).
Es decir, el primer edil de Progreso, se ha vuelto impresentable, es un paria político. Ni su mujer lo quiere, sólo le teme, nos comentan. A todo el mundo amenaza con las peores venganzas, cuando sospecha que pudieran abandonarlo, por el hartazgo que provocan sus malos tratos, nos refieren.
Muchos pudieran pensar que esto que plasmamos es por consigna, pero no hay tal. A cada persona que invade la duda cuando lee alguna publicación que destaca los malos modos del munícipe, se le acaban las sospechas, cuando se entera de sus palabras y los empleados y gente de su alrededor confirman su pésima actitud y conducta.
Por ejemplo, sabemos que cuando activistas del PAN le hicieron notar su preocupación ante la inminente paliza que se van a llevar en la votación de Chelem, Julián respondió con soberbia y aires de suficiencia: «No pasa nada con esos muertos de hambre. El día de las elecciones, con unos centavos, los compro…»
Como puede deducirse, no hay ni como ayudarlo. Estas palabras lo retratan de cuerpo entero y reflejan su triste realidad. Por eso cae mal, perjudica y nadie quiere saber nada de él. Todos lo han abandonado.
Julián Zacarías Kuri va a llevarse este seis de junio una apabullante derrota que lo pondrá de golpe y porrazo, en su triste realidad nuevamente: ser un pobre fracasado, que quebrará cualquier empresa que lo emplee. Todos lo esquivarán y dejarán sólo y se lo merece, pues se lo ha ganado a pulso con sus insultos, descalificaciones y ofensas a los progreseños, especialmente a los más humildes.
Las elecciones presentan una ocasión de revancha para la gente, sin distinción de clases sociales. Julián Zacarías Kuri será linchado electoralmente en las urnas a punta de votos. Su prestigio como gobernante es un cadáver político que hiede y será lanzado por el pueblo al basurero de la historia. Tendrá lo que se merece.
Seguimos pendientes…