¿ESTARÁ LIMPIO JULIÁN ZACARÍAS?
«No hagas cosas buenas que parezcan malas», prescribe el adagio. Lo anterior, si bien aplica para cualquier persona, es mucho más aplicable todavía para aquellas personas que se dedican al servicio público.
Entre los servidores públicos que por ser funcionarios de elección popular, debieran de hacer caso a los postulados de la sabiduría pública, tenemos a Julián Zacarías Kuri, presidente municipal de nuestro vecino Puerto, Progreso de Castro.
Y es que Julián ha tenido la no muy oportuna puntada de estallarse una mansión de más de treinta millones de pesos en el exclusivo fraccionamiento Residencial del Mayab, circunstancia que no va muy acorde con lo que al día de hoy, Zacarías Kuri percibe por concepto de emolumentos devengados por el cargo de alcalde de su ciudad.
Es del dominio público que en su carácter de presidente municipal de la vecina ciudad y puerto, Julián Zacarías percibe cosa de 70 mil pesos mensuales, cantidad de dinero que pese a parecer muy elevada, no alcanzaría jamás para que el primer edil porteño pudiera tener una propiedad de monto semejante.
Por otra parte, también es del dominio público en la vecina ciudad y puerto, que el alcalde en funciones, tampoco se ha destacado por sus alcances y capacidades como empresario, habida cuenta que todo Progreso sabe que Julián quebró todas las empresas que le dio a administrar su suegro y que siempre ha sido un mantenido que ha medrado al amparo de su familia política.
La pregunta que de manera obligatoria surge es: ¿estará limpio Julián Zacarías Kuri?, ¿aguantará una investigación a fondo realizada por entidades como la auditoría superior del estado o la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno federal?, ¿Será capaz Julián Zacarías de demostrar que los recursos que utilizó para adquirir su fastuosa residencia de Residencial del Mayab son bien habidos?
Personal del ayuntamiento de Progreso que solicitó el anonimato, nos confirma que Julián adquirió el predio, comprándolo a Juan Carlos Lasses Dib y que el alcalde progreseño se llena la boca presumiendo su nueva adquisición. ¿Será posible que demuestre fehacientemente que la adquirió con fondos legales? No quisiéramos prestar oídos a las sórdidas historias que circulan respecto a la súbita riqueza del primer edil. Este tema, aún dará para mucho, pero mucho más…
Seguimos pendientes…