México

PEMEX le debe millones a Checo Pérez por resición anticipada de contrato

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Checo Pérez dice que Pemex le debe 2.8 millones de dólares por haber terminado indebida y anticipadamente su contrato de patrocinio.

Ya saben ustedes de los problemas de Pemex para pagar a sus proveedores ante su evidente y complicada pobreza.

Esos líos no empezaron con esta administración, mucho hicieron los anteriores, pero vaya que ya se agravaron si lo que alega Checo Pérez es verdad: que la petrolera nacional le debe 2.8 millones de dólares por haber terminado indebida y anticipadamente su contrato de patrocinio.

El diario español El País detalló este viernes que el piloto más destacado que ha tenido México en la Fórmula 1 demandó el pago de esa friolera por el incumplimiento del trato firmado en octubre 2018 y que concluyó en 2019. Aquí las fechas son importantes: la Pemex a cargo del equipo de Enrique Peña Nieto le dejó este cuete encendido a la Pemex que ahora cuidan los muchachos de Andrés Manuel López Obrador.

Vayan ustedes a saber a quién le resultó conveniente mostrar la marca de Pemex ante un público que no compra Magna, pero eso ya fue.

El contrato de patrocinio está a nombre de MGI Asistencia Integral, la empresa de outsourcing de la petrolera estatal. El asunto fue expuesto a los jueces que dirimen en estos días sobre el conflicto.

Pemex anda mal. No sería mayor asunto si no se tratase de la más grande empresa mexicana. En 2020 perdió 473 mil millones, o casi medio billón de pesos.

Sucede que esa compañía tiene dos principales negocios: vender petróleo a los extranjeros y gasolina a los mexicanos. De los dos produce cada vez menos.

De nuevo, la culpa no es toda de López Obrador, pero su equipo tampoco ha podido corregir la ruta, con todo y toneladas de dinero invertidas.

Para colmo, cayó la pandemia y sus clientes que son ustedes y los extranjeros ya no quisieron o no pudieron comprar lo que antes compraban.

Los foráneos golpearon tanto los ingresos de la petrolera, como los mismos habitantes de México que para fines prácticos son también “socios” de la empresa.

Las ventas de petróleo crudo y las de gasolina Magna y Premium se desplomaron 36 por ciento en 2020 como consecuencia de que medio mundo, literalmente, guardó el carro por un buen tiempo.

Si a una estrategia que no termina de ser exitosa le suman un contexto devastador, las consecuencias son obvias. Eso aplica hasta para los changarros.

Pemex pasó de perder en promedio 942 millones de pesos diarios en 2019, a una pérdida neta de mil 295 millones de pesos en 2020, por día, cálculo hecho con base en datos recopilados por Bloomberg que revisan todos los inversionistas poderosos del mundo.

Ante tal reto, no queda más que revisar de dónde sale para pagar los gastos y entre los posibles damnificados surgió un nombre famoso: Checo Pérez, quien portó orgulloso en el reverso de sus espejitos retrovisores la marca Pemex de su Force India durante la temporada 2019.

Una después y ya con otro diseño y el nombre de Racing Point sobre su conciencia, consiguió por primera vez el lugar más alto en el podio de esa competencia durante el gran día de Sakhir y el cuarto lugar general en la competencia anual por encima de apellidos como Ricciardo, Leclerc o Vettel.

Sus colores serán otros a partir de esta primavera. Dejará el rosa de la temporada anterior, que cambiará por el azul marino del equipo Red Bull con motores Honda que pueden llevarlo finalmente a estar entre los tres grandes. Los rivales a vencer son los monocromáticos Mercedes, los rojos Ferrari, incluso su compañero Max Verstappen, quien luce tan simpático como un golpe con la mesa en el dedo chico del pie.

Lo que está en juego para Checo es su orgullo, con el que porta la bandera mexicana en la cima de su nuevo casco.

El dinero que pelea a Pemex tiene dimensiones ínfimas para la petrolera, pero si los jueces confirman el inclumpliento, revelará una caricatura de la condición en la que se encuentra la principal empresa nacional.

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