MORENA es culpable de 165 mil muertes en nuestro país y debe pagar por ello

A Felipe Calderón los partidarios y seguidores de Andrés Manuel López Obrador le llamaron asesino por atreverse a declarar la guerra al narcotráfico. Curiosamente López Obrador ha dejado patente en público su sumisión a la familia del más importante narcotraficante de nuestro país.

A Enrique Peña Nieto los fanáticos del Lopezobradorismo le llamaron asesino por la desaparición (y presunta muerte) de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un puñado de malvivientes, saqueadores de comercios y secuestradores de autobuses. En contraste, el estado y la localidad donde se verificaron los sucesos, eran gobernados por personajes afines a López Obrador.

El manejo de la pandemia ocasionada por el coronavirus en nuestro país ha sido deplorable y los resultados, lo menos que es posible, deben ser considerados catastróficos: 165 mil muertos.

Es preciso decir que esta enorme cifra de óbitos habría sido muy distinta, si nuestra nación a ejemplo de otras, hubiese cerrado fronteras y dispuesto hacer pruebas a todos los casos sospechosos de contagio. En contraste, López Obrador y su gobierno prefirieron ahorrar dinero y no hacerlas, implementando el modelo centinela. Se puede decir que apostaron a que proliferaron los contagios, creyendo en la inocuidad del virus, buscando generar en breve la inmunidad de rebaño, con los desastrosos resultados que son ya de todos conocidos.

Pero a pesar de la cantidad de decesos en aumento imparable, nadie en nuestro país, ningún diputado, ningún senador, ningún gobernador, ningún dirigente partidista, ha alzado la voz para denunciar la dimensión del genocidio y para exigirle al gobierno federal y en especial al presidente, las responsabilidades legales que dimanan del caso.

Porque dada la magnitud del desastre que en materia de salud vivimos en México, tenemos que decir que en nuestra patria el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, está cometiendo un crimen de lesa humanidad, que sólo podría encontrar parangón con el holocausto judío y es de capital importancia que se haga justicia, para las víctimas y sus familias.

Porque contra todo buen sentido, el gobierno federal, con López Obrador a la cabeza, persisten en su estrategia fallida de no cerrar fronteras y no aplicar pruebas para la detección del virus y con ello, los contagios continúan en ascenso.

Porque en oposición a la razón, el gobierno lopezobradorista, se niega a realizar acciones para combatir de manera eficiente los contagios, para reanimar la industria y apoyar a los mexicanos afectados por la pérdida de salud y empleo, disponiendo en contraste, entregar un apoyo en efectivo a quienes hayan perdido un familiar a causa de la pandemia, como si la muerte de un compatriota, fuera un asunto digno de ser estimulado.

Nadie alza la voz y es preciso decir que Andrés Manuel López Obrador y sus sicarios Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell deben ser sometidos a proceso y pagar por las graves omisiones e irresponsabilidades cometidas en el ejercicio de su encargo.

Muy claramente ya, la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del laboratorio de genética molecular de la UNAM y autora del libro «Un daño irreparable, la criminal gestión de la pandemia en México», afirmó que la pareja López Obrador y Gatell son jurídica y moralmente responsables de la tragedia que en materia de salud pública, padecemos en nuestro país.

A nivel internacional las instancias especializadas en materia de salud no pueden contener su estupor ante lo que acontece en México y somos objeto de las burlas de la comunidad de las naciones por la evidente estolidez de nuestro primer mandatario.

Lo peor de todo, son la soberbia y la necedad de López Obrador y sus sicarios, empecinados en proseguir su criminal táctica de generalizar los contagios, cueste lo que cueste.

Y a falta de voces que tengan el arrojo de denunciar públicamente el genocidio perpetrado por el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador en perjuicio del pueblo mexicano, es menester ponerle un alto y decirle basta ya.

Es por eso que en las próximas elecciones, es fundamental votar en contra de todo aquello y todos aquellos, que signifiquen la continuidad de los propósitos de Andrés Manuel López Obrador, de MORENA y sus sicarios electorales.

Es de capital importancia votar a favor de los candidatos opositores a MORENA, sin importar colores ni siglas, para hacer valer el voto y para frustrar sus siniestros propósitos.

Es vital amarrar las manos de López Obrador y sus sicarios, para que no prosigan su criminal tarea destructiva y llegado el momento, llevarlos ante la justicia para rendir cuentas de todos sus delitos.

Si desaprovechamos esta última oportunidad, nos arrepentiremos.

Seguimos pendientes..