Fuga masiva de usuarios de WhatsApp a otras opciones de mensajería, ante amenazas a la privacidad

De manera acelerada, merced a la anunciada modificación de sus normas de uso, muchísimos yucatecos han creado cuentas en la aplicación llamada Telegram, preparándose para abandonar WhatsApp, temerosos de que la privacidad de su información se vea en riesgo.

Ante la inminente llegada del término en que se ha hecho saber que las condiciones de uso se modificarán y los administradores de WhatsApp y Facebook podrán tener acceso a números de teléfono, correo electrónico, ubicación (a través del Geo Posicionador Satelital), videos, fotografías, audios y toda clase de contenidos, cada vez son más los usuarios de redes sociales, que buscan nuevas alternativas, en aras de proteger su privacidad y no ser víctimas de la censura.

A esta sicosis social han contribuido las conductas autoritarias exhibidas por los administradores de redes sociales como Facebook y Twitter, que se han mostrado parciales hacia ciertos intereses políticos y económicos y reacios a permitir la discrepancia a sus designios.

Lo anterior se materializó con las arbitrarias suspensiones de las cuentas de Twitter del presidente norteamericano Donald Trump y la actriz sinaloense Patricia Navidad, que se han mostrado contrarios a la voluntad de control social de la élite globalista y han expresado acerbas críticas a temas de política partidista y en materia de salud pública.

Los propietarios de las redes sociales se han constituido en jueces supremos y en verdugos de lo que es socialmente admitido o no, han creado su propia definición de conducta de odio y todo aquello que se opone a sus intereses, puede ser catalogado como tal o de incentivar la violencia, sin posibilidad alguna de defenderse o recusar las imputaciones. No cabe recurso alguno ante ellos, cuando se han constituido en gran jurado.

La represión y la censura han sido la respuesta de los que se sienten dueños de la opinión pública, que no admiten la posibilidad de ser contradecidos y a los que les interesa que sus propósitos de dominio y control social se cumplan a rajatabla.

Empero, antes de los sucesos que desembocaron en la toma del capitolio norteamericano y la aplicación masiva de la vacuna presentada como panacea contra la pandemia, ya las redes sociales mostraban marcada proclividad hacia figuras como las de Hillary Clinton y Joe Biden en Estados Unidos y Andrés Manuel López Obrador en nuestro país y atreverse a cuestionar sus acciones, implica una censura más o menos disimulada.

La actitud rapaz y la conducta depredadora de los propietarios y administradores de las redes sociales que proceden como verdaderos sátrapras, han propiciado que muchos internautas abran los ojos y sean capaces de advertir sus intenciones.

Precisamente en tal virtud, es que muchos todavía abrigan la esperanza de que la ya notoria fuga de usuarios, lleve a modificar el tono draconiano de sus disposiciones y reconsideren, dando marcha atrás, situación que no excluye la posibilidad de que nuevamente volvieran a intentar dar el zarpazo. A la fecha, no hay indicio alguno de que las cosas puedan cambiar y todo hace suponer que en los primeros días de febrero, los administradores de redes sociales se convertirán en el temido gran hermano de la novela de Orwell.

WhatsApp compartió durante la primera semana del 2021, los nuevos términos y condiciones, los cuales consisten en integrar la información personal con Facebook para seguir usando la aplicación.

Estos son los nuevos términos y condiciones:

Número de teléfono y otra información proporcionada en el registro (nombre)
Información sobre el teléfono, incluida marca, modelo y compañía telefónica
Dirección IP ( ubicación de la conexión a internet)
Cualquier pago y transacción financiera realizada a través de WhatsApp

Dichas condiciones alarmaron a los usuarios, quienes en los últimos días optaron por cambiar a otras plataformas de mensajerías como Telegram, debido a que su seguridad en WhatsApp es vulnerable.

WhatsApp puso como fecha límite el próximo 8 de febrero para aceptar los nuevos términos y condiciones, de lo contrario el usuario perderá su cuenta en la aplicación.

Por otro lado, quienes sin darse cuenta aceptaron las infames nuevas condiciones, sin leer detenidamente, para no ser objeto de espionaje, no tienen más alternativa, que dar de baja sus cuentas.

Facebook, WhatsApp e Instagram han hecho causa común y se disponen a partir de los primeros días de febrero, a precipitarse como buitres sobre la información de sus usuarios y a normarles que pueden o no decir y hacer desde sus plataformas.

Los dueños del poder y sus testaferros afinan sus armas y métodos para ejercer el dominio total y el gobierno despótico de la humanidad y los que nos oponemos y damos cuenta de ello, nos preparamos a la batalla y nos concentramos en la búsqueda de nuevas trincheras.

Empero, los dueños del poder se han encargado de proscribir alternativas como Parler, que tanto Amazon como Android impiden descargar con facilidad y hacen lo imposible para saturar el servidor de otras como Gab.com que implican alternativas a las existentes hoy día.

Se espera que con el transcurso de los días la migración de usuarios de WhatsApp a otros sitios de mensajería como Telegram y Signal, vaya en ascenso.

Seguimos pendientes….