López Obrador hace como presidente todo lo que criticaba como opositor
Antes de llegar a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador cuestionó que el presidente en turno se entrometiera en los procesos electorales. A Vicente Fox, por ejemplo, le lanzó el polémico “Cállate, chachalaca” y a Enrique Peña Nieto le pidió dejar «de operar desde Los Pinos» durante los procesos electorales de 2006 y 2018 en los que contendió.
Ahora como mandatario federal, López Obrador no solo ha cuestionado la alianza que el PRI, PAN y PRD anunciaron para 2021, también ha prometido convertirse en el “guardián de las elecciones”. Estos dichos han abierto un nuevo frente de batalla con el Instituto Nacional Electoral (INE). No obstante, el presidente ha señalado que quedarse callado sería quitarle su libertad.
La consejera electoral del INE, Claudia Zavala, explicó que México cuenta con uno de los sistemas electorales más restrictivos del mundo, en los que incluso el presidente de la República no puede pronunciarse respecto de las elecciones ni de los partidos políticos, porque de hacerlo violaría el artículo 134 constitucional.
“Es muy claro el artículo 134 en el sentido de neutralidad que debe haber por parte de los servidores públicos. Este principio va alineado con el uso de recursos públicos y que está prohibida la propaganda personalizada y tres el principio de neutralidad no se confronta con las libertades del presidente”, sostuvo.
Pese a ello, durante las últimas semanas el presidente ha centrado sus críticas contra la alianza entre PRI y PAN en algunos estados y la que esos partidos formularon con el PRD para intentar arrebatarle la mayoría a Morena la Cámara de Diputados. “Que se terminen de quitar las caretas, las máscaras , se haga a un lado la simulación”, lanzó López Obrador.
Sus declaraciones generaron que los partidos de la Revolución Democrática, y Acción Nacional, así como 12 diputados federales solicitaran al INE dictar medidas cautelares en contra del mandatario federal por el presunto uso indebido de recursos públicos, promoción personalizada y llamado indebido al voto.
La Comisión de Quejas y Denuncias del INE emitió medidas cautelares para que el presidente se abstuviera de realizar expresiones que constituyeran actos de intromisión electoral y de proselitismo en favor o en contra de una fuerza política. No obstante esta decisión fue revocada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el pasado 14 de diciembre tras un recurso de la Consejería Jurídica de la Presidencia.
Ángel Ávila, representante del PRD ante el INE, cuestionó en entrevista que como líder opositor López Obrador señalara esas posturas y que hoy, como presidente, las replique.
“Durante muchos años la oposición ha peleado para que el presidente de la República no intervenga en los procesos electorales, el mismo López Obrador se quejaba de la intromisión de los presidentes en contra de él, hoy está haciendo exactamente lo mismo”, denunció.
En ese sentido, la consejera Claudia Zavala consideró que el presidente debe ser cuidadoso de “no tocar temas que tiene que ver con la contienda electoral”.
No pueden intervenir en cuestiones electorales y sin duda cuestiones como coaliciones, la forma en cómo se integran, es un tema electoral”.
Claudia Zavala, consejera electoral del INE.
Esta semana, el líder de Acción Nacional, Marko Cortés, le solicitó al presidente que no actué como líder del partido que lo abanderó por la presidencia de la República. “Nosotros esperaríamos que se cumpliera lo que mandata la Constitución y esperaríamos que el Presidente actúe como Jefe de Estado, no como jefe de partido”, dijo el miércoles pasado.
No obstante, expertos en el tema prevén que esta postura del presidente persistirá. Para el politólogo Edgar Ortiz Arellano, López Obrador mantendrá su intervención en el proceso electoral de 2021 porque sabe que, en las elecciones intermedias, se juega la continuidad de su proyecto.
“Es un experto en campaña, es un experto en medios, entonces, no va a renunciar bajo ninguna circunstancia a intervenir en el proceso, sin importar lo que le diga el INE, el presidente va a seguir manteniendo su presencia en los medios porque sabe que la elección de 2021 tiene muchas implicaciones para su proyecto de nación y político”, sostuvo.
De opositor a ‘guardián de las elecciones’
Como opositor, López Obrador peleó porque el presidente en turno no favoreciera a algún candidato o partido político. En 2006 se quejó de la intervención del entonces presidente Vicente Fox en el proceso electoral para favorecer a Felipe Calderón rumbo a la presidencia de la República.
«Hay que cambiar de jinete, pero para qué cambiar de caballo, si el caballo va caminando bien. Así que ahí les encargo, hagan su parte», ante «los desesperados, los Mesías, los acelerados, los prometedores, yo digo más vale paso que dure y no trote que canse”, fueron algunas de las declaraciones de Fox que molestaron a López.
Fue entonces cuando profirió el polémico“Cállate, chachalaca”, durante un evento en Tehuantepec, Oaxaca, en respuesta a las críticas del mandatario panista a sus propuestas de bajar los precios de los combustibles si ese año ganaba la Presidencia.
Al calificar la elección presidencial de ese año, los magistrados electorales reconocieron que el presidente Vicente Fox puso en riesgo, con sus declaraciones, la validez de la elección presidencial del 2 de julio de 2006 y señalaron que hubo irregularidades “pero no suficientes para anular la elección».
En ese año, a la autoridad electoral se le reclamó por no haber tomado medidas para inhibir la intervención del entonces presidente Vicente Fox a favor del candidato de su partido, mediante declaraciones en demérito de los otros aspirantes.
Un año después se realizó una reforma electoral con un espíritu regulatorio, fiscalizador y sancionador. Como parte del nuevo marco legal, se reguló la no intervención de terceros en la contienda a través de la propaganda política en radio y televisión, y se restringió a funcionarios públicos de hacer proselitismo, lo cual quedó plasmado en el artículo 134 de la constitución.
Ya como líder de Morena, López Obrador pidió al entonces presidente Enrique Peña Nieto que dejara de intervenir en las elecciones del Estado de México.
En ese sentido, el analista político Leonardo Curzio —quien junto a Anibal Gutiérrez publicó el libro El Presidente, editado por Grijlabo— señaló que López Obrador tiene que valorar muchísimo el discurso que enarbola todos los días de los principios, y remitirse a lo que defendía en el 2006.
“Espero que se acoja a esos principios que defendía como opositor y hoy como presidente entienda que lo que no puede es estar metido en el proceso electoral. Eso es lo que yo esperaría, por el otro lado tampoco soy ingenuo. Veo un presidente que desde que amanece hasta que anochece hace política”, comentó en entrevista.
Precisamente esa intervención que tanto criticó López Obrador hoy parece replicarla en su conferencia matutina, la cual se ha convertido no solo el espacio para informar sobre el quehacer nacional, sino también para manifestarse en torno a las elecciones de 2021.
Una de sus primeras manifestaciones fue el 22 de junio pasado cuando advirtió que en las elecciones del próximo año se convertiría en el guardián de las elecciones, lo cual molestó a los consejeros del INE, quienes le recordaron al mandatario federal que ya existe un guardián y ese es el Instituto Nacional Electoral.
Pese a ello, el presidente ha dicho que vigilará lo que ocurra en el proceso del siguiente año en el que se elegirán 15 gubernaturas, se renovará la Cámara de Diputados, 30 congresos locales y 1,926 presidencias municipales.