Al Carajo
Te siento soledad, bien decidida
a quedarte para siempre a mi lado,
tu cuota de nostalgias me fastidia,
con signos de silencio cotidianos.
Te noto, miserable, convencida,
de todo el mal que hasta hoy me has causado;
odio la impertinencia de tu risa
y también tu porte, arrogante y fatuo.
Tu sombra muy despacio me lastima,
me deja, finalmente, derrotado,
pero ya se acabó, pues ya termina
tu maldita labor. No harás más daño.
Te largas de inmediato de mi vida,
fue suficiente ya, ¡vete al carajo!
Jacobo Niebla