El Turco va por el segundo
Sus amigos lo conocemos como «El Turco». Es de buena raza, de una estirpe de hombres trabajadores, carismáticos, alegres, generosos, buenas personas en resumen.
Daniel González Quintal es su gracia. Es natural de San Sebastián, el barrio bravo de los pateadores. En él ha crecido, allá están sus raíces. Nunca se ha ido.
Daniel es orgullosamente priista. De los hechos a la antigua: de los que creen en el contacto directo con la gente para saber de sus necesidades y sus sueños. Lleva en la sangre sus colores, los siente intensamente: vibra con los triunfos, sufre con las derrotas, pero no se raja. Es de los que siempre están, de los que no abandonan y menos a la hora de la verdad.
El Turco quiere ser diputado para servir a los suyos. Conoce su distrito; cada calle, cada colonia.
Piensa en las maneras de revivir su barrio, en cómo impulsar la economía. Le preocupan las personas de edad que habitan en su demarcación: piensa en el modo de atender mejor sus necesidades. Le interesa promover el deporte, promover la salud y los buenos hábitos.
Daniel es bohemio y baila y canta. Es buen amigo y buen hijo, es buen papá y mejor persona. Es el tipo de gente que los meridanos queremos tener cerca cuando hay problemas: valiente, sereno, entrón, solidario.
Si los priistas y los habitantes del segundo distrito le brindan su confianza, tomarán la mejor decisión. No hay demasiado que decir, lo conocemos.
Daniel ha iniciado ya la aventura de embarcarse en el proceloso mar de la política. Lo ha hecho repleto de ilusiones y buenos deseos, con el impulso de toda una vida al servicio de las mejores causas.
Le deseamos todo el éxito del mundo y aquí estaremos acompañándolo en el trayecto. Que la gente decida y sea para bien de nuestra ciudad y nuestro estado. Aquí estamos hermano, para dar la pelea contigo.
Seguimos pendientes…