Inútil atacar autoridades abortistas desde redes sociales: Juan Dabdoub
El Consejo Mexicano de la Familia llamó a despertar a la realidad abortista que ya impera en México y exigió a la ciudadanía cambiar los “tweets” y “likes” por verdaderas propuestas para quitarnos como país del calificativo pro-muerte.
Juan M. Dabdoub Giacoman, presidente de dicho Consejo, urgió a los activistas pro-vida y a favor de la familia, autoridades de la Iglesia, así como fieles y laicos, a reflexionar sobre su verdadera lucha y principios, puesto que no evitaron que desde el 2007 el aborto sea legal en la CDMX.
En un texto de dos cuartillas a la opinión pública, el renombrado activista pro-vida, indicó de forma muy cruda, que es inocente pensar que México es Pro Vida y que el mundo de los bebés mexicanos por nacer es color de rosa, puesto que la Suprema Corte (SCJN) operó con toda una farsa, al menos en el caso del aborto en Veracruz.
“A usted le dijeron que ¡Ganó la vida!, pues déjeme decirle que es incorrecto y las personas o instituciones que lo dijeron faltaron a la verdad, quizás por ignorancia o mala fe”, sostuvo.
Prosiguió:
“El tema de la vida ¡Ni siquiera lo discutió la SCJN! Ninguno de los cuatro Ministros; ello, al no utilizar en ningún argumento términos Pro Vida”.
En ese contexto, lamentó que la inmensa mayoría de los mexicanos se asuma pro-vida, cuando las leyes y los hechos no lo son.
En 2019, recordó que la Corte estableció que cualquier mujer puede ir a un hospital público y exigir le practiquen un aborto con tan sólo decir dos palabras mágicas: “Me violaron”, y el hospital tiene que practicarle un aborto sin hacerle una sola pregunta.
Argentina, mejor organizado que México
Agregó que desde el 2007, el aborto es legal en la CDMX, mientras Argentina, con un tercio de nuestra población, sacó a un millón de personas a la calle para protestar contra el aborto. “Nosotros nunca hemos podido sacar ni a 40 mil”, lamentó.
Reclamó: somos un país tuitero, defendemos la vida “desde la comodidad del hogar”, muchos “tweets” y pocas marchas; muchos “likes” y pocas protestas; mucho cabildeo y poca demanda. No somos una nación Pro Vida.
Criticó que “nos da mucho por la ‘rezadera’, poco por la oración y casi nada por la acción. Rezamos para que Dios nos haga la chamba”.
Por último, señaló a la SCJN como la mayor amenaza para la vida y la familia.
“La única forma de parar a unos ministros corruptos, que tuercen la ley y evaden la ciencia y la razón en sus sentencias, es a través de fortalecer la Constitución y modificar el actual esquema de conformación y operación de la Corte que convierte en ‘dioses’ a seres miserables que, incluso, han llegado a ser su presidente”, remató.