Dice Raúl Paz que no le han quitado ni una pluma a su gallo
El senador panista Raúl Paz tras el nuevo escándalo protagonizado al dejarse ver a bordo de un yate en aguas del Caribe, sin las medidas de protección y sana distancia exigidas por la contingencia sanitaria, en compañía de la conductora de televisión Claudia Lizaldi, Mencionó en entrevista concedida a un portal informativo, que sus aspiraciones rumbo a la alcaldía de nuestra ciudad, permanecen intactas.
Paz Alonzo más famoso por sus escándalos que por su desempeño legislativo, en su desesperación por figurar, no ha vacilado en colgarse de la imagen mediática de su actual pareja sentimental, ya que políticamente está acabado.
Reputado por su fama de mal portado y sus adicciones a sustancias legales y otras no tanto, Paz Alonzo dio nuevamente de que hablar, quizá como estrategia mediática, ya que en lo político ni siquiera haberse ido a regalar como perrito callejero a los brazos de una organización sindical de izquierda como CATEM le ha redituado.
De tal suerte y a pesar de que por sus veleidades nadie lo toma en serio y ya ni como patiño de las aspiraciones de su ex mujer Cecilia Patrón Laviada sirve, Paz Alonzo comentó que no le han quitado ni una pluma a su gallo y que se mantiene firme en sus intenciones de disputar la candidatura a la alcaldía de Mérida por el blanquiazul.
El controvertido senador panista, dijo que está en su mejor momento y que ha aprendido mucho (aunque no dijo que nuevas malas mañas, pues es de sobra conocido como oportunista y bistequero) y que por tanto, pretende gobernar la capital del estado de Yucatán.
No sabemos si Paz Alonzo haya vertido tales afirmaciones en sus cinco sentidos, lo que es un hecho, es que es un cadáver político que habla e interactúa, a pesar de no haberse percatado que no tiene oportunidad alguna de resucitar a los tres días (al menos en el PAN).
Lo único que logra Raúl Paz con sus escándalos es aderezar con un sabroso sabor de picardia, la consabida trama de traiciones y golpes bajos de la grilla local.
Seguimos pendientes…