La estrategia de Liborio Vidal para ser gobernador pasa por Mérida, lo malo es que no lo conocen, ni conocen a sus fichas
Tras el estrepitoso fracaso del PRI en el proceso electoral pasado que le costó perder la gubernatura, numerosos integrantes de la clase privilegiada, han volteado a ver hacia el nuevo partido en el poder, como sol en ascenso y de manera más o menos discreta, se le insinúan, buscando ansiosos ser tomados en cuenta.
Esta situación les permitiría conservar canonjías y prebendas y mantener la influencia que hasta el día de hoy ejercen en determinadas regiones del territorio estatal.
Tal es el caso que acontece con Liborio Vidal Aguilar, el político ¿priista? más favorecido con las negociaciones y acuerdos que significaron la candidatura del PRI para gobernador del estado, toda vez que el político vallisoletano consiguió posiciones muy destacadas para miembros de su parentela, como consecuencia de ellos. Hablando en plata, Liborio ganó aún perdiendo en apariencia, pues no siendo favorecido con la nóminación, resultó sumamente beneficiado.
De tal suerte, es que su sobrino Chucho Vidal Peniche y su hijo Liborio Vidal Cañetas, dos individuos oscuros y con cero valor político, obtuvieron una diputación federal y una regiduría en el ayuntamiento de Mérida.
Y si bien para cubrir las apariencias, Vidal Aguilar integró a su hijo a la fracción edilicia tricolor, a su sobrino mañosamente lo cobijó con el pabellón del Partido Verde Ecologista de México, agrupación política reputada por su pronunciada vocación por venderse al mejor postor.
De manera posterior y como consecuencia de arreglos realizados con otros personajes responsables de la debacle del tricolor, Vidal Aguilar sumó a sus filas a la senadora Verónica Camino Farjat, alias mocita, si bien cobijada por el verde, pero que obtuvo el escaño gracias a los compromisos electorales del PRI.
Como suele suceder, individuos como Liborio Vidal no se conforman con lo que tienen o han conseguido, sino que siempre quieren más. Eso es una consecuencia de sus complejos y obsesiones por sobresalir.
En similar orden de ideas y merced a relativa cercanía con el presidente López Obrador, es que a Vidal Aguilar se le ha metido entre ceja y ceja la idea de aspirar a gobernar Yucatán, entendiendo que para conseguir este objetivo, primero debe fortalecer su posición, empoderando a sus allegados y por último, debe deshacerse de competidores que signifiquen posibles contrariedades.
Es así como Vidal Aguilar se ha propuesto poner en movimiento sus fichas y pretende obtener para su vástago Liborito Vidal Cañetas, la diputación por el tercer distrito local y para Jorge Sobrino Argáez, la nóminación para el tercero federal. Vidal Aguilar también se afirma, busca impulsar a Efraín Aguilar y tratará de hacer algo con su sobrino Chucho Vidal.
Pero el proyecto más ambicioso de Liborio Vidal es impulsar como candidata del verde a la alcaldía de nuestra ciudad a la senadora Verónica Camino Farjat, mejor conocida como mocita.
Si analizamos bien, la pretensión resulta un disparate, habida cuenta que el trabajo de la legisladora no puede ser calificado precisamente como brillante. Hay que decir sí, que Verónica Camino ha sido oportunista, pero que su proverbial tacañería le ha impedido despuntar, que su carencia de luces no ha permitido que brille como ella quisiera y que hasta su intento de victimizarse, fingiendo un asalto que amenazaba su seguridad, no logró su objetivo.
Por otro lado, es menester señalar que Verónica Camino en Mérida es una ilustre desconocida. Nadie sabe quién es, pues es obligado puntualizar, que si reside en esta ciudad, es como consecuencia de su encargo legislativo. Verónica Camino no es natural de esta urbe, ni ha crecido, ni hecho su vida aquí. Una cosa muy distinta sería si buscara la alcaldía de su natal Tizimín donde ha nacido y crecido, ahí quizá si sería opción. Lo mismo ocurre con Liborito en el tercero local, nadie sabe quien es y por mucho dinero que su padre invierta, no va a lograr en menos de un año el milagro de hacer de su hijo el campeón de la popularidad.
Además es preciso subrayar que por ser agregados partidistas de última hora, de un instituto político afamado por su acentuada tendencia de meretriz, no gozan de renombre, arraigo, ni aprecio generalizado, son flor de un día.
Por otra parte y en descrédito de las intenciones de Liborio Vidal Aguilar, no podemos dejar de mencionar que merced a su parentesco político con la secretaria de gobierno en funciones, no podemos descartar su alianza con el sector del PAN que respalda a Mauricio Vila, con el sector del PRI responsable del cataclismo electoral anterior y con los simuladores y oportunistas de siempre, de reciente arribo a MORENA.
Lo que es un hecho, es que el desarraigo y el desconocimiento del territorio y su realidad social, política y económica y la desvinculación poblacional de los peones de brega de Liborio Vidal Aguilar, ponen de manifiesto las deficiencias y lo fallido de su estrategia.
Yucatán y Mérida especialmente ya no aguantan experimentos políticos. Nunca más un gobierno ajeno a la gente. Nunca más un gobierno desconocedor y de ocurrencias.
Seguimos pendientes…