El semáforo rojo no es la solución. Urge un golpe de timón en la salud en Yucatán

La cuestión sanitaria en Yucatán anda patas arriba. El número de contagios y de muertes va en ascenso continuo, sin que a la fecha las autoridades de nivel federal y estatal que tienen en sus manos el control de la crisis, hagan algo efectivo al respecto.

Las medidas tomadas a la fecha, lo único que denotan es angustia y desesperación, que para efectos prácticos, de nada sirven.

Hay que decirlo claramente: de nada sirve la ley seca, de nada sirve la restricción de horario, de nada sirve restringir los artículos a vender. Lo único que se consigue con estas disposiciones es deteriorar la imagen del gobierno del estado y su titular y crispar el ánimo social en su contra.

Tal parece que al gobierno del estado lo que le interesa no es la salud, sino obtener dinero a base de multar negocios y a la ciudadanía. Tal parece que nos preocupa más a nosotros los integrantes del equipo editorial de NOTIREDMERIDA la imagen de la administración en turno, que a sus integrantes.

No hay un plan estructurado de contención y combate a la pandemia desde el punto de vista sanitario, nuestros llamados a hacer énfasis en la necesidad de reforzar el sistema inmunológico de los habitantes de nuestra entidad, han sido sistemáticamente ignorados.

También han sido ignorados los llamamientos a apoyar subsidiando la gasolina a los permisionarios del transporte urbano, a efecto de que puedan incrementar el número de unidades disponibles y evitar las concentraciones excesivas en los paraderos y la saturación de las mismas.

Urge un golpe de timón en la salud en Yucatán. Urge que se haga cargo del combate a la pandemia un verdadero conocedor. Es evidente que a Mauricio Sauri Vivas el puesto le ha quedado enorme y ha dado sobradas muestras de ineptitud. El secretario no sabe qué hacer y es incapaz de aconsejar correctamente al gobernador.

Regresar Yucatán al semáforo rojo no es por si mismo una solución. Antes bien, es necesario decir que esto agravará la problemática en materia económica para muchas familias y por si sola no solucionará el aumento de contagios y decesos.

Urge que tome el timón de la salud en nuestro estado un especialista en el tema: un epidemiólogo, un especialista en salud pública, un infectólogo. Es evidente que un radiólogo no es lo adecuado.

Llamamos a Mauricio Vila a hacerse un favor y relevar del cargo a su tocayo Sauri Vivas. No tiene que ser nada escandaloso; pueden argumentar motivos personales o de salud para disimular, pero es imperativo hacerlo. Total, le pueden dar chamba luego de cualquier cosa, si de eso se trata. Total, es cuate.

La pandemia se ha salido de control y es evidente que el gobierno del estado se ha visto superado, al no contar con el apoyo del gobierno federal, que ha exhibido igualmente una incapacidad mayúscula al respecto.

Haga algo por su causa Señor gobernador, o los resultados los encontrará en las urnas.

Seguimos pendientes…