En plena contingencia sanitaria, Cecilia Patrón trata de llevar agua a su molino, proponiendo disparates
Hay gente que no entiende o no quiere hacerlo. En plena contingencia sanitaria, Cecilia Patrón Laviada, diputada federal y presidenta ausente de los panistas meridanos, trata de llevar agua a su molino y en un intento desesperado de captar reflectores, propuso un verdadero disparate: convocó a los psicólogos y médicos yucatecos a integrar un grupo de Facebook para brindar apoyo a los profesionales de la salud, dado el nivel de tensión que viven por la emergencia en materia de salud.
Esto no quiere decir que este tipo de apoyo no sea necesario, sino que la manera adecuada de brindarlo, no es a través de las redes sociales, toda vez que los médicos, enfermeras y todos los profesionales de la salud empeñados en la lucha contra el virus del COVID-19, terminan agotados y tienen su tiempo ocupado, sin segundo alguno de respiro y lo último que tienen, es tiempo para entrar a redes sociales.
La atención y el apoyo, deben brindarse de otro modo, quizá mas personalizado para ser más eficiente. La iniciativa solo deja ver el desesperado afán de la menor de los integrantes del clan Patrón Laviada para figurar y que se hable de ella, porque de otra forma, pasa de noche.
Aún no nos hemos enterado que la presidenta eternamente ausente de los panistas meridanos haya donado de su sueldo a favor de los más desprotegidos, para la compra de insumos hospitalarios que tanta falta hacen, o que haya hecho gestiones para apoyar a las personas en paro laboral o sin empleo o que haya formulado iniciativa alguna en apoyo de quienes generan empleos.
Puro afán de figurado, pero sin sentido. Puras ansias de reflectores, pero absurdas y sin coherencia alguna. Debiera la menor del clan Patrón Laviada cambiar de asesores, porque los actuales nomás no la hacen.
Cecilia Patrón bien que ha atendido el llamado a quedarse en casa, pero en tanto no proponga algo que valga la pena, mejor debiera guardar silencio para no exhibir su desmedido afán de protagonismo. A los meridanos y a los yucatecos ya no nos engañan.
Seguimos pendientes…