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La sinrazón e ignorancia del super relegado de Yucatán, Joaquín Díaz Mena

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Todo hace suponer que a Joaquín Díaz Mena le sigue valiendo un cacahuate todo el esfuerzo, la solidaridad y la conciencia de los yucatecos para permanecer en casa, a efecto de no correr riesgo de contagio por el virus COVID-19, decretado como pandemia.

Nos preguntamos si Joaquín Díaz Mena no entiende o desconoce que significa el vocablo, toda vez que contraviene las medidas de prevención establecidas por los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) que despliegan significativos esfuerzos para proteger a la población.

Nos preguntamos si Huacho piensa que esto es un juego, habida cuenta que sigue convocando pescadores, jóvenes becarios y de manera reciente adultos mayores, uno de los grupos con mayor proporción de riesgo.

Este ignorante e inconsciente sujeto, tal parece no entiende que está poniendo en peligro de contagio, no solo a sus becarios, sino a toda la sociedad, a nuestra población por completo, ya que una vez que haya una sola persona que adquiera la enfermedad, el padecimiento se volverá una cadena que correrá rápida e incontrolable, como reguero de pólvora, arriesgando la salud de todos los yucatecos y exponiéndolos a la posibilidad de fallecer a consecuencia de ello.

Resulta increíble concluir que un funcionario gubernamental no entienda el esfuerzo de toda una sociedad para cuidarse y haga todo lo necesario para ponerla en peligro.

Tal parece que a Joaquín Díaz lo dominan sus traumas y complejos y en su enfermizo afán de protagonismo, lo tiene sin cuidado arriesgar a la población y hasta a los mismos empleados del gobierno federal, que a regañadientes, con temor e incertidumbre, se ven forzados a obedecer las descabelladas indicaciones de un individuo, fracasado en su quehacer público, que los pone en máximo riesgo.

Cabe preguntarse entonces, para que se suspendieron clases, para que cerrar bares, discotecas y restaurantes, para que cerrar cines y teatros, para que cerrar zonas arqueológicas, para que evitar que la gente vaya a parques en sus comunidades, si después de todo esto, va a venir un inconsciente, incongruente, loco y traumado, para poner en riesgo a la sociedad, convocando a reuniones masivas, como las que se preveen próximamente en Kanasín y otras localidades.

Reiteramos; y lo sabemos con certeza, los propios servidores de la nación se muestran renuentes e indispuestos a participar en semejante despropósito, pues las convocatorias son masivas y sin contar con medidas de asepsia y la distancia suficiente entre cada uno de los asistentes. Se carece de talento para implementar las medidas adecuadas para cumplir con las obligaciones del gobierno federal.

No debiéramos los yucatecos permitir una imprudencia semejante, porque a todos nos pone en peligro. No debieran los alcaldes permitir el acceso a sus municipios a semejante orate. Deberían todos los yucatecos exigir la destitución inmediata, el cese fulminante de este mal funcionario, de este individuo que no merece ser llamado servidor público.

La prevención de la pandemia que nos aqueja, es un tema que a todos nos incumbe. Si como sociedad no corregimos estas barbaridades, no tiene caso la precaución, cuando hay dementes como Joaquín Díaz Mena, poniendo en peligro a toda la población.

Yucatán debe pedir que Joaquín Díaz Mena quede fuera de su encargo a la voz de ya. Hagámoslo por nuestra salud, por nuestras familias.

¡¡¡YA BASTA!!!

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