México

Bien por el presidente

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En días pasados, en una de sus conferencias mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio un manotazo definitivo a las pretensiones de su perversa secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, incansable promotora del sucio negocio de la cannabis, al decir enfáticamente que no se legalizará el consumo de la mariguana en México. No tardaron los afectados en acusar al mandatario de “conservador”, y tienen razón, se ha comportado como el responsable de “conservar” y cuidar la salud de millones de adolescentes y jóvenes, y la integridad de las familias que se verían seriamente amenazadas por esta permisión.

López Obrador: No a la legalización de la mariguana

Se tienen datos de que el 20 por ciento de la población entre 15 y 24 años ha fumado cannabis durante el último año y la edad media de inicio en el consumo se sitúa en los 16 años. El consumo no solo puede desarrollar esquizofrenia, sino que se ha comprobado el impacto negativo en las capacidades cognitivas. Un trabajo, publicado en enero de 2019 en The Journal of Neuroscience, reveló que basta una pequeña cantidad de cannabis —uno o dos cigarrillos— para que se produzcan alteraciones en el cerebro.

La planta de la mariguana contiene al menos 144 compuestos diferentes cannabinoides y más de mil 100 componentes de otros tipos. Los cannabinoides más abundantes son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). El Primero es el principal responsable del potencial psicoactivo, que se traduce, fundamentalmente en adicción, psicosis y problemas cognitivos; se une en el cerebro a los receptores cannabinoides.

Esos receptores están en las zonas del cerebro implicadas en la memoria y el aprendizaje y el cannabis actúa modificando las maquinarias moleculares para la comunicación neuronal en el cerebro.

La mariguana, al contrario de lo que dicen sus perversos promotores, es adictiva y, además, predispone hacia la dependencia de otras drogas. “Entre el 10 por ciento y el 30 por ciento de quienes consumen cannabis desarrollan un trastorno adictivo que no pueden controlar”. Y cuando se empieza a consumir antes de los 18 años “la probabilidad de dependencia es entre cuatro y siete veces mayor que cuando el inicio se produce en la edad adulta”, provocando trastornos mentales, sobre todo ansiedad y depresión.

Olga Sánchez Cordero, la perversa secretaria de gobernación, promotora de las drogas y abortera

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido coherente, no se puede combatir el flagelo del narcotráfico legalizando las drogas, así como no se podrá poner fin a la demencial violencia en México legalizando la peor de ellas, que es el aborto.

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