¿Atentado contra una legisladora federal?
El día de ayer, algunos medios informaron de un presunto atentado contra la casa de la senadora por el Partido Verde Ecologista de México, Verónica Camino Farjat, ocurrido en su domicilio del municipio de Tizimín. La vivienda se encuentra ubicada, según se informa, a tan solo un paso del centro de dicha localidad.
La senadora Camino Farjat ha criticado la postura adoptada por el gobierno del estado, que encabeza Mauricio Vila Dosal, en temas relacionados con pensiones y jubilaciones y el cobro de derechos e impuestos en distintos rubros, especialmente en lo que concierne a seguridad.
Si bien todo ataque a la vida y propiedad privadas, son por definición condenables, no podemos dejar de mencionar que el supuesto ataque, que se verificó según se afirma, en horas de la madrugada, resulta mediática y políticamente muy oportuno, para tratar de disipar la serie de cuestionamientos que a la persona y proceder de la legisladora se han formulado de manera reciente, merced a su indefinida postura y su marcada renuencia a decir con claridad, si actualmente se considera integrante de la bancada verde ecologista o de la fracción perteneciente al tricolor, instituto político al que no sólo Camino Farjat debe el escaño que ocupa en la actualidad, sino también otros miembros de su familia, que recibieron del Revolucionario Institucional buena cantidad de prebendas y canonjías.
No hay que olvidar la manera en la que Camino Farjat obtuvo la curul que detenta hoy por hoy (su cercanía con Víctor Caballero Durán, ex secretario de educación y también de gobierno del sexenio anterior), en perjuicio de personajes que a la fecha, figuran en el gabinete estatal y que constituyen pasivos políticos que en teoría, tiene pendientes de saldar, para bién o mal.
Lo sorprendente del caso, es el silencio prevaleciente hasta el momento, de parte de la Fiscalía General del Estado, que no se ha pronunciado al respecto, ni siquiera para reiterar que cumplirá su deber y para ofrecer garantías a la presunta víctima, en su carácter tanto de ciudadana, como de miembro de la cámara alta.
Igualmente es de resaltar, que hasta el momento, si bien la presunta afectada declaró que daría a conocer si le fueron sustraídos objetos o pertenencias, tampoco ha revelado esta situación, como si jugara con la posibilidad de que se tratase de un acto de intimidación o velada amenaza, en vez de un delito común y corriente. Esta situación pone de manifiesto el conocido oportunismo político achacado a la legisladora federal.
Pero lo que lleva a abrigar muchas más dudas sobre la autenticidad de lo acontecido, es el hecho que algunas personas simpatizantes de la senadora, han hecho circular con insidia, el rumor de la presunta autoría intelectual del incidente, atribuyéndola a figuras de variopinta extracción partidista, que la legisladora considera rivales, situación no solo indebida, sino que pone de manifiesto lo aldeano y limitado de los alcances de sus asesores.
No se puede pasar por alto, que un evento de esta naturaleza, podría constituir un hecho muy conveniente para apuntalar las aspiraciones futuras de la presunta víctima o incluso de sus allegados o promotores políticos (Liborio Vidal), que en estos hechos podrían encontrar un filón muy productivo y susceptible de aprovecharse, dirigiéndolo a la sensiblería popular.
Resulta imprescindible que la autoridad competente investigue a fondo y sea capaz de deslindar responsabilidades, aplicando todo el peso de la ley, a quien o quienes resulten responsables, tratése de un robo vulgar, de un atentado o incluso autoatentado.
Es cuanto…